domingo, 30 de enero de 2011

CIENCIA FICCIÓN,O NO?



Ayer sábado como muchos otros en la gruta, hubo sesión de cine podríamos decir que como en los cines de antaño sesión doble, en primer lugar como la habitan trogloditas menores de edad se paso un tolerada para menores o quizás no, porque si las analizamos dan más miedo que las de adultos, y después una de ciencia ficción que trajo la mula en sus alforjas(espero que no me lea la ministra y mañana tenga algún agente judicial llamando a la puerta)una película por la menos de serie H y que de otro modo jamás la hubiera visto, pero que al final me dio que pensar, ya sabéis que es una peligrosa costumbre que de vez en cuando y no muy a menudo me da por hacer.

La película en cuestión, no pondré el titulo no sea que a alguno de vosotros se le ocurra verla y acto seguido intentéis tomar represalias por haber asistido a semejante bodrio, reflejaba un futuro no muy lejano en que los avances médicos eran de tal nivel que el ser humano casi había conseguido burlar a la parca.

La biotecnología (creo que esa es la palabra) había avanzado tanto que se habían conseguido repuestos para cualquier órgano, que abusabas un pelín del J.B y te cargabas el hígado, sin problema, repuesto garantizado, que te pasabas con los productos del guarro y el temible colesterol te taponaba las arterias, repuesto garantizado, solo había un pequeño problemilla todos esos maravillosos avances estaban gestionados por una empresa privada.



Cuando te hacía falta un recambio ya que de otro modo te ibas con Lucifer o San Pedro, te acercabas a una sucursal en la cual te ofrecían una solución por supuesto siempre acordó a tu bolsillo(donde habré oído yo eso) eso si siempre advirtiéndote que en el caso que te demorases unos meses en el pago te enviarían a unos simpáticos empleados que te abrirían en canal para recuperar lo que legítimamente pertenece a la compañía, cosa no muy diferente de lo que hacen la actual banca con las hipotecas.

En resumidas cuentas el negocio redondo, la perfecta manera de exprimir al ciudadano hasta sus últimas horas, creo que ninguno dudaríamos de caer en sus manos con tal de aguantar un ratillo mas por aca, yo el primero ya que cuando sale a cuestión el tema de nuestra fecha de caducidad siempre digo, no es preocupéis que ya inventaran algo, GLUPS….

Ahí es donde las pocas neuronas que debo de tener desarrolladas se pusieron a pensar, se han conseguido cargar unos cuantos derechos laborales conseguidos con el esfuerzo de muchos en un santiamén, después han logrado otro tanto con las pensiones curiosamente soy del 62 los que debutaremos a los 67,solo queda la educación y la sanidad que creo que ya hay grandes servidores públicos pregonando la privatización para su futura viabilidad, así que amigos si tenéis pensado padecer un ataque de apendicitis aguda, os falla la cadera y necesitáis una prótesis o le pegáis en exceso al J.B ir corriendo a la primera lista de espera, ya que tal y como se están poniendo las cosas tengáis la visita de un recuperador en vuestras casas.

domingo, 16 de enero de 2011

PARTYS




Andaba yo esta mañana ejerciendo las labores propias de un papa acompañando a las niñas a sus clases de patinaje, mejor dicho más que acompañarlas, a dejarlas ya que con mis felinos movimientos sobre ruedas podrían aconsejarles que renegaran de su progenitor, adoptando al Pato Lucas para quedar mejor representadas ante sus compañeras.

Después de dejarlas a sus piruetas tengo la saludable costumbre de acercarme a la cafetería a tomarme un cafecito con churros y dar buena cuenta de la prensa, curiosamente estaba en una noticia sobre la violencia verbal de estos clubs de moderna creación tipo tea,carajillo,sidra ,etc…party y sus voceros periodísticos, cuando un murmullo de fondo situado un par de mesas mas a la derecha(tenían que estar más a la derecha porque ya sabéis que por una especie de acto reflejo al cual todavía no le encuentro explicación siempre me sitúo en el mismo lado)bien, el murmullo al que me estaba refiriendo iba aumentando el volumen de sus voces, así que decidí levantar la vista y ante mis ojos se estaba produciendo la creación de otro club, el copazo o revuelto party,compuesto por jubilados o pensionistas no sé muy bien cómo llamarlos, adictos a las mañanas Federiquiles y consumidores no precisamente de manzanillas o poleos menta.

De repente perdí el interés por la prensa y le di apertura a mis orejas, nunca a mis oídos ya que estos lo suelo utilizar para otras cosas y empecé a oír las soflamas de tan curioso club, pedían ajusticiar públicamente a Zapatero y a varios de sus ministros, compararon sus pensiones con las ultimas noticias sobre los pluriempleos de otros ilustres pensionistas, hablaban del ipc y de la congelación de sus pensiones, hubo quien abogaba por el regreso del innombrable y también quien se comparaba con el peligro amarillo, ya sabéis aquello de que sucedería si todos los chinos dieran una patada en el suelo al mismo tiempo y decía que con un buen líder que los capitaneara España seria de los jubilados ya que son muchos a la hora de acudir a las urnas, también hubo quien en tono apocalíptico que no transcurrirían mas de dos o tres años para la llegada de una nueva contienda civil que pusiera orden en todo este caos.

En esos momentos empecé a perder el color de mi cara recordando que tengo de tono en el móvil el himno de Riego y corrí a ponerlo en modo de silencio no sea que mi amada compañera tuviera la ocurrencia de llamarme ,estos lo escucharan me pillaran y portando teas y antorchas me condujeran en procesión hacia la plaza más próxima, ya sé que pensareis que este troglodita anda exagerando un pelín y tenéis razón la escena aunque se parece algo, solo fue la conversación de un grupo de jubilados sin nada mejor que hacer, pero mezclada con el artículo que estaba leyendo en esos momentos te da que pensar que si todas las noches nos acostamos con según qué tipo de soflamas, con el transcurrir del tiempo alguien prendera la chispa y armado de su antorcha gritara ¡A POR ELLOS¡ y veremos como en un momento tendrá un montón de seguidores, después vendrá el tiempo de lamentarnos.