miércoles, 13 de octubre de 2010

DESFILES Y BANDERITAS



12 de Octubre Día de la Hispanidad, Día de la fiesta Nacional, Día del Pilar elijamos el que queramos, yo me quedo con el Día del Pilar, día central de las fiestas de mi ciudad, día grande para las gentes de aquí, ahora, no en otros tiempos en los cuales se reducía a pantagruélicas cenas para ilustres invitados en el palacio de la Lonja, elecciones de las Reinas y sus damas, grandes actos religiosos y para el populacho gigantes y cabezudos.

En otros lugares celebran la “gesta” de Don Cristóbal o la critican, ya se sabe héroes o genocidas.

En la capital del reino eligen la fiesta nacional y tienen por costumbre celebrar un show patriotero, convocan un buen puñado de militares con sus uniformes de gala y a una cabra y nos montan un desfile, al cual acuden como invitados de honor todos los poderes del estado.

En un bonito palco se sitúan el monarca y su sucesor, el presi y sus ministros, los presis de las comunidades, el maestro, el cura y la guardia civil.
En un lado a la derecha se sitúan gentes ávidas de espectáculos portando los colores propios de su equipo, al otro lado a la derecha (no me he equivocado en estos eventos no hay lado izquierdo, hay dos lados derechos) mas gentes con mas banderas, con águilas imperiales, gentes de bien, gentes de orden, gentes que adoran estos desfiles más habituales en otras épocas.

Todos los espectáculos tienen su público a la opera suele ir gente culta y entendida en música, al futbol forofos con banderas y bocinas, a los toros los pocos aficionados que quedan con sus puros de a palmo, a los conciertos de rock jóvenes melenudos, a los mítines políticos jubilados con sus bocatas en la mano y a los desfiles…los que vimos voceando y abucheando al presi.

Todos las años es lo mismo, después un montón de tipos indignados por el comportamiento de una minoría de cafres, otros justificándoles por que la libertad de expresión les da derecho a expresar su descontento.

Esto no es los EE.UU con su 4 de Julio y sus fuegos artificiales, ni Francia con su día 14 y su etapa reina del tour y es que preparar días de la patria con sus desfiles y sus banderitas en un país en el que todavía nos tratamos de rojos y fachas solo se le ocurre al que aso la manteca.

La solución para evitar este tipo de falta de respeto a nuestras autoridades, es sustituir los desfiles y las suntuosas recepciones por conciertos de rock, eventos deportivos, operas, etc…, y rematarlo todo con un espectacular castillo de fuegos artificiales, así el publico seria más variado y los abucheos se notarían menos, y el que quiera desfilar que desfile que como dijo aquel ilustre torero “hay gente pa toó”.

sábado, 2 de octubre de 2010

ASOMANDO LA NARIZ




Después de pasados unos días de haber conseguido sobrevivir a las hordas de sindicalistas ávidas de sangre de trabajadores que querían acceder a su puesto de trabajo, de sufridos ciudadanos a los cuales les fue negado el derecho de poder comprar la barra de pan diaria con toda tranquilidad, resumiendo después de conseguir sobrevivir al apocalipsis de una huelga general, he decidido asomar el hocico ,coger el sonotone más potente que poseo y las gafas de ver y asomarme a contemplar la devastación del país después de la batalla.

En primer lugar paseo por los llamados medios de comunicación, todos hablan de victoria o derrota según estén en el montón situado a la derecha o la izquierda de dios padre, como si tuviera que ser una guerra concluida, en esta ocasión me dan envidia sana nuestros vecinos los gabachos que entre huelgas y manifestaciones creo que ya tienen que utilizar los dedos de los pies para contarlas.

Las televisiones del imperio según fuera una u otra abrían los informativos con imágenes tipo Beirut en sus mejores tiempos o invitaciones al dialogo por parte de algún tipo del gobierno.

El gran hombre de estado poseedor de la verdad absoluta a la suya, dice que no rebla que es lo mejor para el país que solo piensa en el bien común, eso sí sin dejar de invitar a la negociación a los sindicatos, cosa peligrosa ya me imagino nuestros derechos sobre un tapete de póker:
-subo dos artículos de la reforma laboral.
-Los veo y subo uno de pensiones y dos de la negociación colectiva.



Ahora todo se resume en encuestas sobre quien ha ganado la huelga, los sindicatos dicen que ha sido un gran éxito, la patronal como siempre después de pregonar la absoluta tragedia que es para un país que no está para dispendios, la tranquilidad con la que campan a sus anchas esos asusta curritos de los piquetes dicen que no ha pasado nada que la normalidad ha sido absoluta y que incluso se ha podido sellar hasta la primitiva.

Las tertulias se llenan de ilustres cabezas intentando dilucidar a qué partido político le viene mejor la huelga para las próximas elecciones, vuelta a lo de siempre política de hooligans o conmigo o contra mí.

Este humilde troglodita debe de vivir en otro planeta pues parece que vio una jornada diferente, sin entrar a valorar los que secundaron la huelga o los que no, ya que los que no pudieron entrar por los piquetes anulan a los que trabajaron a la fuerza, cada cual emplea sus armas, industria o comercio(en mi trabajo solo creo que entro el equipo directivo, en la tienda donde trabaja mi esposa trabajaron todos menos ella)lo más importante y lo que me deja algo de esperanza es la manifestación final a la cual por lo menos en mi ciudad acudió la gente en masa, los que pudieron hacer huelga y los que no, los que quisieron hacerla y los que no.



Este es el camino a seguir sino queremos que los accionistas de las fabricas de vaselina se froten las manos pensando en los diferentes formatos en los que ofrecer sus productos, seguir presionando y no pensar que esto se acabo aquí ,hay que pensar como nuestros vecinos los gabachos y preparar la siguiente movilización, hasta que el gran hombre de estado o los que le rodean se den cuenta de que los que pegan voces en su patio, son los que le pusieron donde está y que ya no le valdrá esa amenaza copiada del viejo cuento “correr correr que viene la derecha “porque tenemos el poder de elegir a la derecha que nos engañe.